Balance normativo del año 2012
Acabado el año 2012 podemos ya hacer un balance de las normas aprobadas por nuestro gobierno central.
Como ya indiqué en otra entrada el gobierno abusa de la figura del Real Decreto Ley, que debería ser utilizada únicamente para supuestos de extrema necesidad. Incluso hace uso de mecanismos de urgencia como en el tasazo judicial para evitar el debate parlamentario sobre el mismo y aprobarlo en comisión.
Finalmente, han sido 29 Real Decretos los aprobados por este gobierno. No dudo de la extrema gravedad de la situación económica del país, de la urgencia de la toma de algunas medidas y de la legitimidad democrática de un Gobierno que se apoya en una holgada mayoría parlamentaria, pero aún así, me parece un abuso de dicha figura.
A su vez, se han aprobado 11 leyes y 7 leyes orgánicas, con lo que nos encontramos 47 nuevas normas.
Evidentemente, las de más repercusión han sido las de reforma del sistema financiero, pero las que más relevancia jurídica van a tener son las de reforma del Código Penal.Otras a considerar, la amnistía fiscal, la reforma laboral que no parece que vaya a dar frutos, las reformas que afectan a la Justicia, reformas del mercado inmobiliario, del régimen de empleadas del hogar, y poco más. Quizás, a considerar como un acierto la introducción de un mecanismo de pago a proveedores de las administraciones públicas.
Por lo que más afecta a este blog jurídico, destacan la reciente reforma del CGPJ con la desaparición de los jueces sustitutos – perdemos el 25 % de los jueces de base, una auténtica barbaridad por cómo va a atascar el sistema judicial- , la tímida introducción de la mediación como medio de resolución de conflictos y la introducción de tasas para acceder a la Justicia. En años no se han introducido reformas racionales al sistema judicial y ahora que colapsa se pretende hacer de forma no consensuada con ninguno de los colectivos que la integran y castigando al ciudadano por hacer uso de la misma.
No es difícil que este año 2013 sea mejor a menos que se siga legislando sin valentía, de espaldas a la ciudadanía y sin permitir un debate abierto sobre las medidas a adoptar. Y sobre todo, esperemos que meta mano a los grandes problemas como son el paro, el sobreendeudamiento de las familias y los desahucios.