Sobre la implantación de la mediación intrajudicial.
Una de las soluciones que se quieren implantar para resolver el endémico atasco de la Administración de Justicia española es la paulatina introducción de nuevas medidas de resolución alternativa de conflictos.
Recientemente se han alcanzado acuerdos varios entre el Consejo General del Poder Judicial por un lado y Cámaras de Comercio y Colegiosde Abogados por otro para establecer una mediación intrajudicial.
¿En qué consisten? Básicamente es la misma mediación pero realizada una vez iniciado el proceso judicial, que se suspende dando una oportunidad a las partes de someterse a la mediación de un tercero para dar solución al asunto.
Pese al nombre “intrajudicial” no la ejerce el juez, sino un tercero totalmente ajeno hasta ese momento.
Una de las funciones del juez en la Audiencia Previa de un juicio es invitar a las partes a llegar a un acuerdo, conciliando a las mismas. La posibilidad de una mediación intrajudicial servirá a los jueces para invitar a las partes a acudir a una mediación. Esta invitación tendrá mucha influencia en cada parte de un proceso.
Cada litigante puede negarse a acudir a la mediación, y en caso de común acuerdo de someterse a esta, podrán elegir el mediador que deseen, pero siempre considerando que en caso de desacuerdo en el nombramiento se designará a uno perteneciente a estas entidades colaboradoras de la Justicia.
Un número considerable de asuntos se vienen resolviendo en esas fases previas al juicio por lo que la mediación intrajudicial puede ser una buena herramienta para alcanzar acuerdos y aunque no tanto para evitar la llegada de litigios al juzgado, sí para evitar que los pleitos se alarguen perennemente en los tribunales a través de constantes recursos y larguísimas ejecuciones.